Blog Creado el 17 de julio de 2009, con la humilde intención de revivir la História Aeronáutica de nuestra querida I Brigada Aérea "El Palomar". Para que conozcas a sus protagonistas, sus historias, sus imágenes, sus aeronaves y sus héroes. Si desea comunicarse con nosotros o colaborar con el blog, puede hacerlo a la siguiente direccion: marcelodamian_12@hotmail.com

lunes, 20 de julio de 2009

" ¡ El tren no baja...! "

Relato escrito por el SM(R) Norberto Ravetta sobre un hecho real ocurrido durante la final de aterrizaje en Aeroparque, con Vickers Viking cumpliendo el último tramo de un vuelo de LADE.




Veníamos en súper horario, eran las 11 de la noche, el cielo claro y la visibilidad ilimitada…el espectáculo de la ciudad de Buenos Aires todo iluminado…entramos en final de Aeroparque…el Capitán Cándido Martín al mando y el (creo que era Teniente) Renato Humberto Felippa a la derecha. El piloto dijo:

-¡Abajo el tren!...

Acciono la palanca y el tren no bajó…

Habíamos salido a las 7 de la mañana de Río Gallegos, haciendo toda la costa, en un vuelo de LADE, la ultima escala había sido Bahía Blancal teníamos a bordo 19 pasajeros y ante la falla del tren que no bajaba…nos subió a todos la adrenalina…dimos motor y nos fuimos a El Palomar para ver que hacíamos…desparramarlo como ultima alternativa.
Nos quedaba 01:15 horas de combustible. Sobre El Palomar intentamos varias veces desplegar el tren, accionando la palanca, pero no hubo caso, NO bajaba.

El Viking tenia un compartimiento a la derecha del puesto del mecánico de vuelo, donde se alojaba el tanque del liquido hidráulico (50 litros) y siempre llevábamos una lata de 20 litros… ¡por si las moscas! El tanque tenia un indicador visual de cantidad…abrí la tapa y… ¡OH sorpresa!...estaba completamente VACIO. Volqué adentro los 20 litros de la lata y se fue de golpe a todo el circuito…pero ni señas de remanente en el visor...

El Teniente Felippa quería desparramarlo en la pista de tierra; el “ruso”Lew, radiooperador, me decía que era casado y tenía hijos…hasta que Capitán ordenó ¡silencio! Yo no sabia que más hacer…pero de pronto ¡EUREKA! Lo llame al auxiliar de a bordo, el gallito Durban (Julio) que estaba en sus inicios y le pedí todas las bebidas que tuviera, agua, gaseosas, vino, café, caldo (¡era época de abundancia!) y lo fui echando dentro del tanque.

El Capitán-que era de poco hablar-, me preguntaba a cada rato que hacia…yo mudo…jugando la ultima carta antes de romper el avión y mirando el indicador de cantidad del tanque y viendo que con todo el liquido que había echado aun NO alcanzaba…

Y esto es ¡Secreto!...le dije a Durban que juntara el orín…si el pis de los pasajeros en la lata vacía…hubo algunos que con el susto se les cerraron los esfínter urinarios…De tripas corazón…lo fuimos traspasando al tanque con la jarra de café…y así empezó a subir lentamente el nivel del tanque y sobre mi querido Palomar, bajo el tren y todo fue dar gracias a Dios…alegría…y aplausos de los pasajeros. Bien dicen que la necesidad tiene cara de hereje.

Al otro día, estando de franco, descansando en mi casa, me llamaron para que me presentara ¡URGENTE! En el hangar del escuadrón. Llegue y apenas asome la nariz…me dijeron de todo…porque había arruinado el circuito hidráulico y por mi culpa…había que llevar el avión a Rió Cuarto. Lo cierto y final fue que Curti (Jefe de mecánicos) me trufo y me mando a la pieza.
El jefe de Grupo, me llamo y me hizo relatar la emergencia, pese a que conocía lo ocurrido por el Capitán Cándido Martín. Aun así no daba crédito a mis palabras y casi explota de risa cuando conté lo del orín…Por supuesto me saco el castigo, y creo, que si se encuentra mi legajo, se leerá una felicitación. ¡El T-11 estaba entero!









Extraído del libro "La aventura de volar" del Brig. My Rubén O.Palazzi

Marcelo Damián Castañeda

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