Salimos de Buenos Aires a las dos de la mañana, por cuanto la delegación deportiva que trasladábamos debía estar en Comodoro Rivadavia bien temprano para una demostración.
El Vickers Viking aún no tenía instalados los equipos ADF y en su lugar poseía los MDF (Médium-frequency Direction Finder) con los que el radiooperador indicaba a los pilotos un rumbo a seguir.
El último parte meteorológico de Comodoro Rivadavia (CRV) daba “nubes bajas pero operable”. Luego de pasar lateral Bahía Blanca el radiooperador nos informó que tenía problemas con el MDF y media hora mas tarde, además de confirmarnos que no funcionaba el MDF, nos dijo que el tiempo en Comodoro había empeorado, y que el plafond (techo de nubes) estaba ya en 200 metros con viento del oeste de 40 km. por hora con ráfagas.
Luego de un rápido intercambio de ideas el comandante decide regresar a Bahía Blanca, dado que las condiciones allí, estaban para hacer un aterrizaje visual. Hasta ese momento, el vuelo se había desarrollado sobre una capa de nubes del tipo estratos. Con buen criterio, el comandante descendió para continuar el vuelo visual y ubicarnos en la ruta.
Al cabo de unos minutos me pide que trate de identificar el pueblo que se veía a la derecha…pero nuestra sorpresa fue mayúscula al comprobar que el pueblo tenía una luz arriba, una delante y otra atrás… ¡Era un barco!
De inmediato pone proa hacia el oeste para llegar a tierra lo antes posible, y pregunta al mecánico de vuelo de cuánto combustible disponíamos y le responde que solamente nos quedaba para unos veinte minutos más… Desde ese momento se produjo un silencio impresionante en la cabina de vuelo… cada uno sumergido en sus propios pensamientos.
Sorpresivamente, el comandante le pide al comisario de a bordo que le alcance su maletín que se hallaba en la parte trasera del avión y le ordena al radiooperador que declare la emergencia. Cuando le alcanzan el maletín, lo abre, saca un revólver, se lo coloca en la cintura y cuchicheando para que no lo oigan los demás tripulantes me dice simplemente:
- ¡Yo no voy a morir ahogado !!!....
El avión no poseía ningún elemento para supervivencia en el mar. Amanecía y seguíamos rodeados de agua. De pronto, alcanzamos a divisar a lo lejos una franja de larga tierra (luego supimos que era la Isla Margarita, situada al sur de la desembocadura del Río Colorado)… y ya nos sentimos revivir…
Volamos unos minutos más y se detuvieron ambos motores por falta de combustible. Luego de colocarnos en bandera vimos la costa. Buscamos un terreno apto para “tirar” el avión, cuidando la velocidad para no entrar en pérdida… cuando divisamos finalmente uno bastante largo y… en nuestro rumbo, pero… tenía unos árboles que lo rodeaban.
El dilema que se presentó era que, si tratábamos de saltarlos… seguro nos caíamos… Con excelente criterio, el comandante decidió embestirlos… así lo hicimos, y luego de un fuerte impacto caímos al suelo corriendo unos pocos metros…
Luego de unos segundos, suficientes para calmarnos de la emoción vivida, y al vernos todos vivos, salimos rápidamente hacia la cabina de pasajeros… ninguno se había dado cuenta de lo ocurrido por cuanto estaban todos adormilados. Más tarde me enteré que uno de los pasajeros había dicho:
- ¡Qué brusco que aterriza este piloto…!!!
Uno de ellos me preguntó si ya habíamos llegado a Comodoro… Cuando descendieron, se enteraron y tomaron conciencia de lo ocurrido, muchos comenzaron a llorar y otros nos abrazaban. Allí, en medio del campo, vimos que al avión le faltaba el ala derecha y parte del timón de dirección… varios nos pusimos a rezar.
Como la radioestación de Bahía Blanca había recibido los mensajes del radiooperador declarando la emergencia, enseguida nos sobrevoló una avioneta y unas horas después llegaron dos ómnibus para llevarnos a la Estación Aeronaval. Allí nos vinieron a buscar en otro avión.
Al día siguiente, en primera plana de un diario, un titulo decía textualmente: CAPITAN PIERRESTEGUI PILOTO ARGENTINO Y BASTA
(Relato del Mayor (R) Jorge José Martínez sobre un hecho real que le tocó protagonizar como copiloto de un Vickers Viking en septiembre de 1954, al aterrizar de emergencia).
Fuente: "La Aventura de Volar", Brig. My. Palazzi, ATTA, BNA.
Marcelo Damián Castañeda
El Vickers Viking aún no tenía instalados los equipos ADF y en su lugar poseía los MDF (Médium-frequency Direction Finder) con los que el radiooperador indicaba a los pilotos un rumbo a seguir.
El último parte meteorológico de Comodoro Rivadavia (CRV) daba “nubes bajas pero operable”. Luego de pasar lateral Bahía Blanca el radiooperador nos informó que tenía problemas con el MDF y media hora mas tarde, además de confirmarnos que no funcionaba el MDF, nos dijo que el tiempo en Comodoro había empeorado, y que el plafond (techo de nubes) estaba ya en 200 metros con viento del oeste de 40 km. por hora con ráfagas.
Luego de un rápido intercambio de ideas el comandante decide regresar a Bahía Blanca, dado que las condiciones allí, estaban para hacer un aterrizaje visual. Hasta ese momento, el vuelo se había desarrollado sobre una capa de nubes del tipo estratos. Con buen criterio, el comandante descendió para continuar el vuelo visual y ubicarnos en la ruta.
Al cabo de unos minutos me pide que trate de identificar el pueblo que se veía a la derecha…pero nuestra sorpresa fue mayúscula al comprobar que el pueblo tenía una luz arriba, una delante y otra atrás… ¡Era un barco!
De inmediato pone proa hacia el oeste para llegar a tierra lo antes posible, y pregunta al mecánico de vuelo de cuánto combustible disponíamos y le responde que solamente nos quedaba para unos veinte minutos más… Desde ese momento se produjo un silencio impresionante en la cabina de vuelo… cada uno sumergido en sus propios pensamientos.
Sorpresivamente, el comandante le pide al comisario de a bordo que le alcance su maletín que se hallaba en la parte trasera del avión y le ordena al radiooperador que declare la emergencia. Cuando le alcanzan el maletín, lo abre, saca un revólver, se lo coloca en la cintura y cuchicheando para que no lo oigan los demás tripulantes me dice simplemente:
- ¡Yo no voy a morir ahogado !!!....
El avión no poseía ningún elemento para supervivencia en el mar. Amanecía y seguíamos rodeados de agua. De pronto, alcanzamos a divisar a lo lejos una franja de larga tierra (luego supimos que era la Isla Margarita, situada al sur de la desembocadura del Río Colorado)… y ya nos sentimos revivir…
Volamos unos minutos más y se detuvieron ambos motores por falta de combustible. Luego de colocarnos en bandera vimos la costa. Buscamos un terreno apto para “tirar” el avión, cuidando la velocidad para no entrar en pérdida… cuando divisamos finalmente uno bastante largo y… en nuestro rumbo, pero… tenía unos árboles que lo rodeaban.
El dilema que se presentó era que, si tratábamos de saltarlos… seguro nos caíamos… Con excelente criterio, el comandante decidió embestirlos… así lo hicimos, y luego de un fuerte impacto caímos al suelo corriendo unos pocos metros…
Luego de unos segundos, suficientes para calmarnos de la emoción vivida, y al vernos todos vivos, salimos rápidamente hacia la cabina de pasajeros… ninguno se había dado cuenta de lo ocurrido por cuanto estaban todos adormilados. Más tarde me enteré que uno de los pasajeros había dicho:
- ¡Qué brusco que aterriza este piloto…!!!
Uno de ellos me preguntó si ya habíamos llegado a Comodoro… Cuando descendieron, se enteraron y tomaron conciencia de lo ocurrido, muchos comenzaron a llorar y otros nos abrazaban. Allí, en medio del campo, vimos que al avión le faltaba el ala derecha y parte del timón de dirección… varios nos pusimos a rezar.
Como la radioestación de Bahía Blanca había recibido los mensajes del radiooperador declarando la emergencia, enseguida nos sobrevoló una avioneta y unas horas después llegaron dos ómnibus para llevarnos a la Estación Aeronaval. Allí nos vinieron a buscar en otro avión.
Al día siguiente, en primera plana de un diario, un titulo decía textualmente: CAPITAN PIERRESTEGUI PILOTO ARGENTINO Y BASTA
(Relato del Mayor (R) Jorge José Martínez sobre un hecho real que le tocó protagonizar como copiloto de un Vickers Viking en septiembre de 1954, al aterrizar de emergencia).
Fuente: "La Aventura de Volar", Brig. My. Palazzi, ATTA, BNA.
Marcelo Damián Castañeda
pregunta , esto paso en el T-5 ?? y en qu fecha ??
ResponderEliminarHOLA HAY ALGUIEN POR AHI ????
ResponderEliminarSucedió en septiembre de 1954.
EliminarNo se podía esperar otra cosa del "Ñato"(Pierrastegui)
ResponderEliminarBuenas noches, referente al incidente del Vickers Viking T-6 otra fuente expresa que el mismo se produjo el 10 de junio de 1953 y que la delegación que trasladaba se dirigía a Ushuaia. Ahoraestá el dilema, porque estoy escribiendo un artículo sobre el Comodoro Juan José Pierrestegui. Esta dirección lo así lo consigna. http://linea-ala.blogspot.com/2009/05/vickers-viking-argentinos.html. Se podrá contrastar la fecha. Gracias.
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